El aporte de líquidos durante la actividad física es indispensable, particularmente en ambientes calurosos. Durante la práctica deportiva, aumenta el sudor, compuesto de agua y sales minerales esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo. 

Si la duración del ejercicio es menor o igual a 1 hora, basta con ingerir agua a intervalos regulares para reponer la cantidad que se pierde con el sudor; en combinación con una dieta equilibrada se mantendrán adecuadamente los niveles de sales minerales sin necesidad de suplementos.

En eventos deportivos cuya duración sea mayor de 1 hora se recomienda consumir bebidas deportivas con cantidades apropiadas de hidratos de carbono (6-8%) y sales minerales.

Para mantener un óptimo estado de hidratación es importante no esperar a tener sed para tomar líquido, sino hacerlo a intervalos regulares desde antes de que comience el ejercicio y beber siempre que se tenga ocasión mientras se realiza.